viernes, 28 de agosto de 2020

SEXUALIDAD, EMBARAZO ADOLESCENTE E ITS


Somos adolescentes, cada día tomamos muchas decisiones. Elegimos qué ropa ponernos, qué desayunar, qué camino seguir, cómo realizar nuestros deberes. Si, sin embargo, las decisiones más importantes de nuestra vida tienen que ver con personas. Con quien nos casaremos, con quien trabajaremos, y quiénes serán nuestros amigos, somos quienes elegimos quienes queremos a nuestro lado y los únicos arquitectos de nuestra propia vida. Si nos equivocamos en este tipo de elecciones podríamos estar en peligro de echar a perder nuestra vida. 

Es muy importante analizar y evaluar nuestros valores, principios y ejercer nuestros derechos. Nos permitirá realizar un proyecto de vida, no basta con desear algo, es necesario luchar y conseguirlo.

En la actualidad, el embarazo adolescente es un problema mundial que afecta la salud física y emocional de un sin número de adolescentes, esta situación ocasiona muchas dificultades, tanto en el entorno familiar, escolar y social. Asimismo, esta condición puede acabar con el proyecto de vida de los futuros padres. 

Según la información del INEI-ENDES 2017, es alarmante el incremento de embarazos en adolescentes de 15 a 19 años de edad. Este incremento se observa más en las zonas urbanas y rurales. También se registra que 4 de cada 10 adolescentes abandonan la escuela debido a un embarazo (Minedu, 2017).

Esto a causa de la falta de información (salud sexual, limitado acceso a métodos anticonceptivos) en las y los adolescentes, desconocimiento de sus derechos sexuales y reproductivos.



¿QUÉ SON LAS ITS? 

Las ITS son aquellas infecciones que se transmiten principalmente a través de las relaciones sexuales, también es posible que se transmitan a través de transfusiones de sangre, e incluso algunas de ellas las transmite la madre al hijo durante el embarazo, el parto o el periodo de lactancia. El uso de drogas, inyectables y alcohol incrementan los factores de riesgo en la transmisión del VIH. La Organización Mundial de la Salud (OMS, 1988) consideró que era conveniente denominarlas “infecciones” y no “enfermedades”.



La comunicación, la empatía y la autonomía  pueden ayudar a disminuir muchos de los problemas en nuestra comunidad. Vayamos y enseñémosles a los pequeños a amar, a nunca gritar porque no soluciona nada, que es mejor la comunicación asertiva y generar soluciones en lugar de dificultades, a aceptar sus imperfecciones, a tolerar, a encontrar en las diferencias una oportunidad de crecer y enriquecernos, a valorar una cultura, y buscar la paz. Este problema es muy nuestro; cambiemos la apatía por la empatía.

SEXUALIDAD, EMBARAZO ADOLESCENTE E ITS

Somos adolescentes, cada día tomamos muchas decisiones. Elegimos qué ropa ponernos, qué desayunar, qué camino seguir, cómo realizar nuestros...